
Y si mostramos imágenes de ilustraciones sobre bibliotecas a través del formato de vídeo, no menos importante es la música que les acompaña. Bob Dylan y su "Just Like a Women", ponen banda sonora a nuestro montaje sobre ilustradores. En este sentido, nuestra biblioteca se posiciona totalmente a favor de la concesión del Nobel de literatura a este trovador de Minessota cuya influencia sobre los poetas ha sido enorme. Parece que olvidamos que en su origen la literatura era oral y cantada: el rapsoda Homero cantaba las historias de Odiseo en su regreso a Troya, los juglares medievales iban de plaza en plaza cantando las peripecias de don Rodrigo Díaz de Vivar, los poemas de García Lorca o de Luis Alberto de Cuenca se han musicalizado y ¿por qué no vamos a considerar un gran "aedo" a Dylan?
Los que tuvimos la suerte de verlo el año pasado en nuestra ciudad, a pesar del tan criticado distanciamiento emocional, nos dimos cuenta de que Dylan no es un hombre obsesionado con la fama sino con lo que la música le dice. O en palabras de Fernando Navarro, colaborador con el diario El País: "Porque para él la única verdad está en su propio diálogo, que puede gustar más o menos, llenar o no llenar, pero todo lo demás que se joda. Es una actitud radical, pero es la actitud de un auténtico artista, sin las máscaras del mito, una cosa al alcance de un puñado de músicos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué te ha parecido este post?